El impacto que provocó la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en los campos económico, político , cultural y educativo ha transformado los modos de interactuar socialmente, de comunicarse, de producir y consumir ; desdibujado los límites entre lo local y lo global , lo público y lo privado.
La escuela del siglo XXI debe pensar y pensarse en torno a las tensiones generadas por discursos y prácticas focalizadas en pares de conceptos dicotómicos : individual-colectivo, emisor-receptor, nativos e inmigrantes digitales…incluidos y excluidos; se plantea a las TIC “como posibles dispositivos disruptivos de las prácticas vigentes en las instituciones educativas.”[1]
La incorporación de las TIC en la Agenda Educativa es parte de una política inclusiva, sustentada en los principios de igualdad y calidad, que tiende a disminuir las brechas digitales , desde la ejecución de Políticas de equipamiento y de Programas de Formación Docente que consideramos deben complementarse de manera simultánea.
El equipamiento resulta un requisito indispensable, aunque insuficiente, si no lo acompaña una reflexión respecto al para qué y el cómo se introducen las nuevas tecnologías.
Al decir del analista norteamericano Cuban ( 2008):“la música no está en el piano y el conocimiento no está en las computadoras”.
“Las TIC representan una oportunidad para la innovación”[2]; a los docentes, equipos directivos y de supervisión no nos resultará viable impulsar una “innovación sostenible” [3] al interior de las escuelas, sin generar previamente espacios colaborativos de reflexión (tanto de los recursos y fortalezas disponibles como de las carencias e imperfecciones a superar), de producción e intercambio de experiencias y de formación que mejoren el desempeño personal, profesional y ciudadano en una sociedad pluralista y democrática.
[1] Gewerc, Adriana y Montero, M.Lourdes. (2010) “De la innovación deseada a la innovación posible. Escuelas Alteradas por las TIC”. Universidad de Santiago de Compostela.
[2] IIPE- UNESCO. Sede Regional Bs. As. “Herramientas para la gestión de proyectos educativos con TIC”. Cap.
[3] Entendemos la innovación como un proceso que nos conduce de una situación no deseada a una situación ideal y adherimos a la idea de innovación sostenible a la que refiere Hargreaves (2002) que implica cambios educativos desde dentro del centro generando su propia cultura innovadora. En Gewerc, Adriana y Montero, M.Lourdes. (2010) “De la innovación deseada a la innovación posible. Escuelas Alteradas por las TIC”. Universidad de Santiago de Compostela. Pág.307